LA REFORMA DEL
ISLAM Y LOS "CORANISTAS",
PERSEGUIDOS EN ARABIA SAUDITA
París – No es un sueño, sino una hibernación
que duró demasiado y que ha tenido efectos negativos y nefastos, sobre el islam
contemporáneo y sobre la religiosidad de los mismos musulmanes.
Lamentablemente, estos efectos se manifiestan siempre con intensidades
diferentes. El menos intenso es la violencia verbal; el peor es hacer explotar
una bomba en
Trato de explicar a los lectores no musulmanes que
ignoran del todo o en parte, qué significa la sharía: esta significa y
comprende todas las leyes islámicas derivadas de las interpretaciones
medievales del Corán, tomadas de los textos apócrifos atribuidos al Profeta y,
a menudo, constituidas por un conjunto de opiniones de teólogos sabios
aprobados por los poderes políticos en acto. Es decir: leyes con orígenes
ligadas a sociedades que, por un lado, tienen escalas de valores completamente
extrañas a aquellas de las sociedades contemporáneas, fundadas en la libertad
de conciencia, dignidad y derechos humanos; por otro lado, conciencia y medios
epistemológicos muy estrictos y mínimos respecto a aquellos disponibles en el
mundo moderno.
Sharía, al
servicio de fines políticos
En otras palabras, la sharía no representa en
modo fiel al Corán, y la mayor parte de las normas que la constituyen están en
clara violación de aquello que el Corán establece como leyes. El rol de los
califas y de los diversos regímenes políticos no debe ser descuidado
negligentemente. La religión fue y continuará siendo utilizada para fines
ideológicos y políticos. Esto es visible en los hechos que, en cada país donde
se estableció la sharía, existe
una hostilidad creciente contra el Occidente y los valores que este encarna,
como la libertad de conciencia, de expresión, de elección de religión, de creer
o no creer, la laicidad; al mismo tiempo, se realizan actos aberrantes contra
los otros musulmanes que tienen una visión diferente de la religión o del modo
de vivir.
Si digo que los efectos negativos y dañinos son aún
evidentes en el mundo musulmán, es
Si las cosas continúan en esta perspectiva, el islam
espiritual será llevado a desaparición total y definitiva y dejará el lugar a
un islam ideologizado, tradicional y riguroso. Para evitar este cataclismo, es
necesario optar por una reforma y un cambio de los mitos fundadores de este
islam, fundado entre el siglo IX y el inicio del X.
A mi parecer, para hacer esto, se necesita iniciar
un análisis científico de la historia, y volver a reescribirla según las
modalidades y las instrumentaciones actuales, basadas sobre pruebas materiales
y el estudio antropológico de esta heredad.
Por un
islam espiritual
Tal trabajo fue realizado en un modo considerable
por Mohammed Arkoun, profesor emérito del pensamiento islámico en la Sorbona,
que falleció el 14 de septiembre de 2010. Él había hecho un brillante análisis
sobre el sunismo, visto como un engaño político por parte de los compañeros del
Profeta, como también por las primeras generaciones que siguieron después de la
muerte de Mahoma.
En segundo lugar, es necesario considerar a los
compañeros del Profeta como seres falibles, y
En tercer lugar, es necesario revisar las relaciones
establecidas entre el islam y los poderes políticos, como también la
utilización pérfida de esta religión por parte de los diversos imperios y
califas, con finalidades puramente políticas. Según mi parecer, lo que queda
como primario en este proceso de reforma es el de revisar el trato reservado a
la mujer, que, en general, está colocada en segundo lugar y al servicio de los
hombres, en nombre de la religión; prohibir todas las formas de violencia y de
castigos corporales hacia mujeres, homosexuales, lapidaciones, amputaciones de
las manos a los ladrones, como también la ejecución para aquellos que abandonan
el islam.
En cuarto lugar, dejar de tomar los textos
apócrifos, conocidos con el nombre de "hadiz", o la "sunna" del Profeta como
una fuente de inspiración, para legislar y tomar al Corán como una sola y única
fuente para crear las leyes religiosas. En concreto: es necesario dejar de hacer
decir al Profeta lo que él jamás dijo, y terminar con esta arrogancia de
prohibir a los musulmanes aquello que Dios no prohibió. Es un modo de
autoproclamarse representantes de Dios sobre la tierra, por parte de los sabios
sunnitas o chiíes.
En esta óptica y a lo largo de la historia, hay
cerebros que piensan, hay intelectuales y sabios que ya en el pasado han
desarrollado investigaciones singulares y reflexiones reformistas, para salvar
a este mundo musulmán. Pero estos, fueron marginados, excomulgados o
decapitados.
Reformadores
del pasado y del presente
Entre estos están Averroé o Ibn Rochd y el
histórico, economista, geógrafo, demógrafo y
El segundo, con su libro "Prolegómenos", que
continúa siendo válido como un análisis histórico y socio-económico para un
diagnóstico de las sociedades musulmanas.
En el día de hoy, hay una corriente de pensamiento
definida "de los coranistas" que toman solamente al Corán como una fuente de
legislación religiosa. Ellos tienen una metodología de análisis lingüística
basada en conocimientos avanzados. Ellos rechazan en modo categórico la sharía
que, para ellos, continúa siendo un producto humano. Mohamed Sharour es uno
de los grandes pensadores de esta corriente de pensamiento que hace una lectura
adecuada a la razón, a la cultura moderna y a los valores humanos universales.
En el mundo musulmán, este recorrido es todavía desconocido y, a menudo, es
demonizado por los imanes y por los regímenes políticos porque este constituye
un peligro para ellos, que hacen de la religión su negocio. Como información, los libros de Mohamed Sharour están prohibidos en Arabia saudita. Esta última tiene encarcelado al pensador coranista y profesor universitario Ferhane El Maliki. Él arriesga la decapitación por haber puesto en discusión los cinco pilares del islam y por su oposición a la ofensiva saudita en Yemen.
Kamel Abderrahmani
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